Articles

Blog

Nacida como una niña común de Frankfurt, Alemania, Ana Frank es recordada por su extraordinario mensaje de esperanza en medio de los terrores del Holocausto.

Para escapar del antisemitismo de la Alemania nazi, la familia de Anne decidió emigrar a los Países Bajos en 1933. El padre de Anne, Otto Frank, se fue primero para establecer su negocio, Opekta, una compañía con licencia para vender pectina, un agente de fraguado utilizado en mermelada. La familia siguió, se matriculó en la escuela y comenzó a vivir su vida normal de nuevo.

Pero, en mayo de 1940, los nazis invadieron los Países Bajos y despojaron a la población judía local de sus derechos. Después de que la hermana de Anne, Margot, recibiera una llamada para trabajar, los francos se escondieron en una casa de atrás del edificio Opekta, a la que solo se podía acceder a través de una estantería móvil. Con la ayuda de los compañeros de trabajo de Otto, Victor Kugler, Johannes Kleiman, Miep Gies y Bep Voskuijl, la familia vivió tranquila y temerosa en el interior durante dos años.

Durante su estancia, Ana escribió un diario. Este diario, después de su muerte, revelaría al mundo un relato en primera persona de la experiencia del Holocausto de una niña judía: el miedo, el ocultamiento y la esperanza de un futuro mejor. En su triunfante historia del espíritu humano, vemos a Anne no solo como una víctima y una sobreviviente, sino también como la niña común que tanto deseaba ser.

Aquí hay 10 datos sobre la vida de Anne como una niña más:

  1. En la escuela, Anne era conocida como la chica divertida a la que le gustaba ser el centro de atención.
  2. Su profesor de matemáticas, el Sr. Keesing, a menudo se enfadaba con ella por hablar durante la clase y se refería a ella como «Amante Chatterback».»
  3. Antes de esconderse, Anne tenía un gato llamado Moortje.
  4. Anne tenía una colección de canicas, que regaló a su vecino Toosje Kupers para su custodia.
  5. En el anexo, Anne decoró las paredes de su dormitorio con inspiración: fotos de estrellas de cine, bailarines, realeza y obras de arte. Con un profundo amor por Hollywood, Anne soñaba con convertirse en actriz cuando creciera.
  6. Anne admiraba a la Familia Real holandesa y disfrutaba investigando la ascendencia real.
  7. Anne llevaba y amaba el par de tacones de gamuza color burdeos que Miep le dio durante su escondite.
  8. Con cariño, Anne llamó a su padre, «Pim.»
  9. Anne tenía un amor por la naturaleza. Durante su escondite, a menudo iba a la ventana descubierta del ático para mirar el gran castaño en el jardín vecino.

Suena como muchos otros adolescentes que conoces, ¿no?

Setenta y tres años después de que comenzara su diario, la historia de Ana Frank sigue inspirando a muchos. Nos recuerda que las historias extraordinarias a menudo provienen de los niños más comunes. Como niños, adolescentes y adultos, todos tenemos el poder de luchar contra la discriminación y los prejuicios.

Para descubrir más sobre Ana Frank y su impacto positivo en el mundo, no deje de visitar La galería de Poder de los Niños en el Museo de los Niños de Indianápolis.