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Centro Histórico de la Ciudad de México y Xochimilco

Valor Universal excepcional

Breve síntesis

Los aztecas construyeron lo que se convertiría en la capital de su imperio en una pequeña isla en el Lago de Texcoco, en el Valle de México. Testimonios de la época de la llegada de los conquistadores españoles a Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca, dan cuenta de la existencia del gran lago salpicado de multitud de canoas y de la ciudad isleña, llena de oratorios como torres y fortalezas y todo blanco reluciente. Los conquistadores españoles destruyeron la ciudad isleña de Tenochtitlán y comenzaron a drenar el lago que la rodeaba.

Construyeron la capital de la Nueva España, la Ciudad de México, la «ciudad de los palacios», sobre las ruinas de la ciudad prehispánica, siguiendo un modelo europeo que fue ligeramente modificado por la intervención de artesanos y trabajadores indígenas, e influenciado por los canales y ríos que habían estructurado la ciudad prehispánica. México Independiente mantuvo su capital en el mismo lugar y sumó sus influencias estilísticas al palimpsesto arquitectónico que nos queda hoy.

Desde el siglo XIV hasta el XIX, Tenochtitlán, y posteriormente, la Ciudad de México, ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales y el uso del espacio, primero en el Imperio Azteca y más tarde en la Nueva España. El complejo monumental del Templo Mayor es testigo excepcional de los cultos de una civilización extinta, mientras que la catedral y el Palacio de Bellas Artes son ejemplos de arquitectura colonial y de finales del siglo XIX. La capital de la Nueva España, caracterizada por su diseño de cuadros, el espaciamiento regular de sus plazas y calles y el esplendor de su arquitectura religiosa, es un excelente ejemplo de los asentamientos españoles en el Nuevo Mundo. Los monumentos, conjuntos de edificios o sitios ubicados en el corazón de la aglomeración urbana contemporánea ilustran ampliamente los orígenes y el crecimiento de esta ciudad que ha dominado la región durante muchos siglos.

El paisaje lacustre de Xochimilco, ubicado a 28 km al sur de la ciudad, constituye el único recordatorio del uso tradicional del suelo prehispánico en las lagunas de la cuenca de la Ciudad de México. En medio de una red de pequeños canales, en el borde del lago residual de Xochimilco (el brazo sur del gran lago drenado de Texcoco), todavía se pueden encontrar algunas chinampas o jardines «flotantes». Partes de este paisaje mitad natural, mitad artificial, son ahora una «reserva ecológica».

Criterio ii) : Desde el siglo XIV hasta el XIX, Tenochtitlán, y posteriormente, la Ciudad de México, ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales y el uso del espacio, primero en el reino azteca y más tarde en la Nueva España.

Criterio iii) : Con sus ruinas de cinco templos erigidos antes de la Gran Pirámide, y en particular el enorme monolito de Coyolxauhqui, que simbolizó el fin de la antigua cosmogonía y el advenimiento de Huitzilopochtli, el dios tribal de los aztecas, el complejo monumental del Templo Mayor es testigo excepcional de los cultos de una civilización extinta.

Criterio (iv): La capital de la Nueva España, caracterizada por su diseño de tablero de ajedrez, el espaciamiento regular de sus plazas y calles, y el esplendor de su arquitectura religiosa (Catedral, Santo Domingo, San Francisco, San Jerónimo, etc.).) y la arquitectura civil (palacio del Marqués de Jaral de Berrio), es un excelente ejemplo de los asentamientos españoles en el Nuevo Mundo.

Criterio (v: El paisaje lacustre de Xochimilco, al haberse vuelto vulnerable ante el impacto de los cambios ambientales, constituye el único recordatorio de la ocupación tradicional del suelo en las lagunas de la cuenca de la Ciudad de México antes de la conquista española.Más allá del centro histórico, la expansión urbana del Área Metropolitana contemporánea de la Ciudad de México ha crecido mucho más allá de la isla que una vez ocupó la capital, llenando casi todo el valle y envolviendo por completo los restos de las chinampas de Xochimilco.

El cambio fue y es una parte importante de la historia de las dos áreas patrimoniales. Sin embargo, todos estos cambios no han afectado su estructura general ni su integridad funcional: la centralidad política, económica y religiosa del Centro Histórico de la Ciudad de México y el sistema tradicional de producción agrícola en Xochimilco. En ambas áreas, el pasado y el presente son visibles constante y simultáneamente. Los últimos hallazgos arqueológicos en el Templo Mayor (el Templo Principal Azteca) en el Centro Histórico de la Ciudad de México contribuyen aún más a la comprensión de la ciudad prehispánica.

Sin embargo, la integridad del Centro Histórico de la Ciudad de México y Xochimilco es vulnerable a las amenazas derivadas de las condiciones geológicas del lugar. Las amenazas se deben principalmente a las presiones del desarrollo, los cambios en el uso de la tierra, el abandono y la contaminación. A pesar de estas amenazas, la propiedad mantiene todos los elementos para transmitir su Valor Universal Excepcional y ofrecer testimonio de sus diversas etapas de desarrollo, en particular la convergencia de culturas durante casi siete siglos.

Autenticidad

Las condiciones de autenticidad del Centro Histórico de la Ciudad de México se cumplen en gran medida teniendo en cuenta que el diseño, los materiales, la mano de obra y la relación entre el paisaje y los edificios patrimoniales, representativos de diversos períodos, influencias y estilos arquitectónicos, son originales o se mantienen en un grado que mantiene la consistencia material y estructural. Además, la trama urbana de la zona sigue coincidiendo con el modelo colonial, que a su vez se basó en la estructura de la capital azteca, asegurando así el mantenimiento de la red a lo largo del tiempo. El uso y la función se mantienen, aunque estas condiciones se ven amenazadas por la disminución del uso habitacional de los edificios históricos y otros usos que pueden comprometer los atributos identificados. Para mantener estas condiciones de autenticidad, se aplican medidas reglamentarias y mecanismos de protección para garantizar que el uso, la función y el carácter del centro histórico se mantengan a pesar de su evolución. Las políticas urbanas integrales están avanzando para detener el abandono del sitio y garantizar la revitalización.

Las chinampas son un sistema agrícola excepcional, basado en la combinación de factores ambientales y creatividad humana. Las islas hechas por el hombre en el lago poco profundo son uno de los sistemas agrícolas más productivos y sostenibles del mundo. Esta productividad, tanto en el número de cultivos que producen las chinampas por año como en la eficiencia por unidad de área sembrada, explica la gran capacidad que este sistema intensivo de trabajo tuvo para sobrevivir a lo largo de los siglos. El sistema chinampa está altamente amenazado debido a la introducción de nueva tecnología agrícola, la extracción excesiva de agua subterránea en la zona, el abandono, las presiones de desarrollo y la contaminación. Es necesario aplicar políticas de conservación y ordenación sostenibles para garantizar que las condiciones del sistema chinampa no se deterioren aún más.

Requisitos de protección y manejo

En México, las autoridades federales, estatales y locales cooperan para identificar, proteger, preservar, restaurar y transmitir el patrimonio a las nuevas generaciones. Para el Centro Histórico de la Ciudad de México, la responsabilidad a nivel federal recae en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), una responsabilidad compartida con los gobiernos municipales y distritales. En el Centro Histórico se crearon la Autoridad del Centro Histórico y el Fondo Fiduciario del Centro Histórico de la Ciudad de México para apoyar las actividades de conservación y ordenación del Centro Histórico.

Xochimilco forma parte de un Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero a nivel nacional también es un área natural protegida, lo que conlleva la participación en la gestión del Ministerio de Medio Ambiente, que actúa a través de la Comisión de Recursos Naturales del gobierno del Distrito Federal.

Ambas áreas tienen Planes de Manejo. La aplicación sostenible de los instrumentos de planificación definidos y la asignación de recursos a la conservación y la ordenación son medios necesarios para garantizar la conservación del valor Universal Excepcional de la propiedad a largo plazo. En el caso de Xochimilco, el gobierno de la ciudad de México publicó un decreto el 11 de diciembre de 2012, en el que se creó «La Autoridad en la zona de Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tlahuac y Milpa Alta». El sitio está siendo analizado de manera integral para identificar acciones prioritarias en los campos de manejo, conservación y regeneración de agua de manantiales y canales, recuperación de la zona de Chinampas, tierras en áreas adyacentes a cuerpos de agua y como área de protección de monumentos históricos, considerando la participación en los aspectos sociales, culturales, ecológicos y académicos.