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Constelación de Iridio-Recursos de Aireon

La columna vertebral de la tecnología de Aireon reside en la constelación de satélites de Iridio. Ocho lanzamientos de Iridium NEXT con cohetes Space-X Falcon 9 ocurrieron con éxito entre enero de 2017 y enero de 2019. La constelación de satélites de próxima generación de Iridium ofrecerá nuevas e interesantes innovaciones y oportunidades, al tiempo que garantiza un alto rendimiento y fiabilidad continuos en el futuro. Para habilitar el sistema Aireon, Iridium albergará receptores especialmente diseñados en cada satélite Iridium, que cubrirán el 100 por ciento del mundo.

Los 66 satélites Iridium de baja latencia con enlaces cruzados en Órbita Terrestre Baja (LEO) lo hacen especialmente adecuado para satisfacer las demandas técnicas de la vigilancia y el seguimiento del tráfico aéreo mundial. Los satélites en órbita terrestre baja orbitarán aproximadamente a 485 millas por encima de la tierra y cada satélite estará conectado a otros cuatro, creando una red dinámica para garantizar su disponibilidad continua en todo el planeta.

Una arquitectura excepcionalmente sofisticada
Cada satélite Iridium estará conectado a otros cuatro, dos en el mismo plano orbital y uno en cada plano adyacente, creando una red de malla dinámica que enruta el tráfico entre satélites para garantizar una conexión continua en todas partes. Esta configuración única permite que los servicios que utilizan la red Iridium sigan sin verse afectados por desastres naturales, incluidos huracanes, tsunamis y terremotos que pueden paralizar la infraestructura terrestre.

Socios de la Constelación de Iridium
Cada uno de los 66 satélites de la constelación de Iridium se construyó en la instalación Orbital de Gilbert, Arizona, además de piezas de repuesto en órbita y en tierra. Los satélites se enviaron a la instalación espacial Thales Alenia en Cannes, Francia, donde se sometieron a pruebas de calificación para garantizar la robustez del diseño.

Iridium y Aireon
Iridium aloja el sistema Aireon. Es la única constelación de satélites con capacidad y alcance para permitir la vigilancia del tráfico aéreo mundial. Todo esto se debe a su configuración orbital. La configuración proporciona una cobertura global completa, incluidas las regiones oceánicas y polares, sin necesidad de estaciones terrestres. La altitud LEO permite que las señales de la aeronave se reciban en el espacio sin ningún equipo adicional o cambios en la aviónica de la aeronave existente. Los enlaces de comunicaciones entre satélites permitirán transmitir información en tiempo real al Control del Tráfico Aéreo (ATC) en apoyo de los servicios de separación de aeronaves. Ningún otro sistema, existente o previsto, ofrecerá tal oportunidad a las partes interesadas de la aviación.

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