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Psychology Today

Los medicamentos y la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) son los tratamientos más comúnmente recomendados para este trastorno.

Antidepresivos

Una serie de medicamentos que se aprobaron originalmente para tratar la depresión son eficaces para los trastornos de ansiedad. Estos deben tomarse durante varias semanas antes de que los síntomas empiecen a desaparecer, por lo que es importante no desanimarse y dejar de tomar estos medicamentos. Necesitan una oportunidad de trabajar.

Los antidepresivos conocidos como ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) actúan sobre un mensajero químico en el cerebro llamado serotonina y a menudo se recetan para el TAG. La venlafaxina, un IRSN (inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina), también se prescribe como primer medicamento de elección.

Una clase de antidepresivos más antiguos llamados tricíclicos también son útiles para tratar el trastorno, pero muchos médicos y pacientes prefieren los medicamentos más nuevos porque los tricíclicos pueden causar mareos, somnolencia, sequedad de boca y aumento de peso. La imipramina, prescrita para el trastorno de pánico y el TAG, es uno de esos medicamentos. Las benzodiacepinas de alta potencia alivian los síntomas rápidamente y tienen pocos efectos secundarios, aunque la somnolencia puede ser un problema. Debido a que las personas pueden desarrollar una tolerancia a ellas, y tendrían que seguir aumentando la dosis para obtener el mismo efecto, las benzodiacepinas generalmente se recetan por períodos cortos de tiempo. Las personas que han tenido problemas con el consumo de drogas o alcohol no suelen ser buenas candidatas para estos medicamentos porque pueden volverse dependientes.

Algunas personas experimentan síntomas de abstinencia cuando dejan de tomar benzodiacepinas abruptamente en lugar de disminuir, y la ansiedad puede regresar una vez que se suspende el medicamento. Los posibles problemas con las benzodiacepinas han llevado a algunos médicos a rehuir su uso, o a usarlos en dosis inadecuadas, incluso cuando son de beneficio potencial para el paciente. El alprazolam es una benzodiacepina que es útil para el trastorno de pánico y el TAG. El clonazepam (Klonopin) se usa para la fobia social y el TAG.

La buspirona, un miembro de una clase de medicamentos llamados azipirones, es un medicamento contra la ansiedad que se usa para tratar el TAG. Los posibles efectos secundarios incluyen mareos, dolores de cabeza y náuseas. A diferencia de las benzodiacepinas, la buspirona se debe tomar de manera consistente durante al menos dos semanas para lograr un efecto ansiolítico.

Otros medicamentos

Los betabloqueantes, como el propanolol, a menudo se usan para tratar afecciones cardíacas, pero también son útiles en ciertos trastornos de ansiedad, en particular la fobia social. Cuando se puede predecir de antemano una situación temida, como dar una presentación oral programada, el médico puede recetarle un betabloqueante para evitar que su corazón late, que sus manos tiemblen y para mantener bajo control otros síntomas físicos.

Psicoterapia

La psicoterapia implica hablar con un profesional de la salud mental capacitado, como un psiquiatra, psicólogo, trabajador social o consejero, para aprender a lidiar con problemas como los trastornos de ansiedad.

La terapia cognitivo-Conductual

La TCC es muy útil en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. La dimensión cognitiva ayuda a las personas a cambiar los patrones de pensamiento que apoyan sus miedos, y la dimensión conductual ayuda a las personas a cambiar la forma en que reaccionan a situaciones que provocan ansiedad.

La TCC puede llevarse a cabo en un grupo, siempre que las personas del grupo tengan problemas suficientemente similares. La terapia de grupo es particularmente efectiva para las personas con fobia social. A menudo se asigna «tarea» a los participantes para que la completen entre sesiones.

Para muchas personas, el mejor enfoque para el tratamiento es la medicación combinada con terapia.