Articles

Resultado funcional y radiológico a largo plazo después de fracturas sacras desplazadas

Resumen

Antecedentes y objetivoslas fracturas sacras inestables desplazadas son lesiones graves que producen morbilidad y secuelas funcionales considerables. Varios autores reportan déficits neurológicos, disfunción vesical, intestinal y sexual, así como dolor residual y mala salud autoinformada, en estudios de seguimiento a corto y mediano plazo. Sin embargo, hay una falta de información sobre el resultado funcional a largo plazo después de estas lesiones, ni si se producen cambios en el estado funcional muchos años después de la lesión inicial. El objetivo de este estudio fue evaluar el resultado a largo plazo en pacientes después de fracturas sacras desplazadas en una perspectiva de 10 años, centrándose en las disfunciones relacionadas con el trauma pélvico y la fractura sacra. Además, al comparar los resultados a largo plazo con los resultados a medio plazo, se podrían evaluar los cambios a lo largo del tiempo para obtener más información sobre el desarrollo de estas lesiones relativamente poco frecuentes. Además, nuestro objetivo fue evaluar el resultado funcional a largo plazo en pacientes con un subgrupo raro de fracturas sacras, a saber, lesiones traumáticas de disociación lumbosacra. Materiales y Métodosel presente estudio incluyó dos series clínicas, una prospectiva (artículos 1-3) y una retrospectiva (artículo 4). El estudio se llevó a cabo en el Hospital Universitario de Oslo – Ullevaal (OUSU), donde todos los pacientes con fracturas sacras inestables desplazadas se registraron prospectivamente entre 1996 y 2001 (artículos 1-3). Durante este período, se registraron 39 pacientes; todos ellos se sometieron a tratamiento quirúrgico en OUS-U, con el posterior alta a un centro de rehabilitación en el Hospital Sunnaas para la mayoría de los pacientes. Tötterman et al siguieron a 32 de los 39 pacientes y publicaron los resultados funcionales en un seguimiento de 1 año. En el presente estudio, 28 de los 32 pacientes estaban disponibles para un seguimiento de 10 años. Los pacientes con Disociación Lumbosacra traumática (DTLL), que constituyen el material de Paper-IV, se identificaron retrospectivamente a partir del Registro de Fracturas Pélvicas del Departamento de Ortopedia, OUS-U, entre 1997 y 2006. De los 21 pacientes elegibles, 15 estaban disponibles para seguimiento, con una media de siete años después de la lesión. Siete fueron tratados operativamente y ocho no operativamente. Se examinaron todos los pacientes y se recopilaron los siguientes datos: Función neurológica en las extremidades inferiores y el perineo (ASIA), función vesical (uroflujo, medición de orina residual y entrevista), función intestinal (entrevista), función sexual (entrevista y cuestionario IIEF en hombres), dolor (EVA), deambulación (entrevista y observación), AVD y regreso al trabajo/situación laboral (entrevista) y salud notificada por el paciente (SF-36). Además, todos los pacientes se sometieron a una evaluación radiológica con radiografías convencionales y TC de la columna lumbar inferior y la pelvis. Resultados 1-3: Todos menos uno de los pacientes tenían déficits neurológicos, pero solo dos eran usuarios de sillas de ruedas. Los dermatomas más afectados fueron L5 y S1. No se observaron cambios significativos en la función neurológica a lo largo del tiempo. Diecinueve de 28 tenían función urinaria patológica, con un deterioro significativo observado en 11 desde el seguimiento de 1 año. Ocho pacientes informaron disfunción intestinal y 12 tuvieron problemas asociados con las actividades sexuales; ninguno de estos parámetros se modificó significativamente con respecto al seguimiento anterior. La evaluación radiográfica reveló que todas las fracturas sacras estaban unidas, con desplazamiento residual (RD) en el anillo pélvico posterior ≥ 10 mm en 16 pacientes. Se observó estrechamiento de uno o más foramen de raíz neural sacra en 26 pacientes y invasión ósea postforaminal del nervio L5 en 22 pacientes. El estrechamiento de los forámenes sacros, así como el pinzamiento postforaminal/ la invasión ósea del nervio L5 se correlacionaron significativamente con déficits neurológicos. No se encontraron correlaciones significativas entre los hallazgos radiológicos y el dolor. Las puntuaciones del SF-36 entre estos pacientes fueron en general inferiores a las puntuaciones normales (población noruega), sin cambios significativos con respecto al seguimiento de 1 año. Las puntuaciones SF-36 a 10 años mostraron correlaciones significativas con dolor, disfunción sexual e intestinal, pero no con déficits neurológicos o disfunción urinaria. Estudio 4: Solo dos de cada 15 pacientes tenían una función neurológica normal y ambos fueron tratados sin intervención quirúrgica. En los 13 pacientes restantes con déficits neurológicos, un paciente que fue tratado no operativamente no tuvo síntomas neurológicos inicialmente, pero desarrolló déficits motores y sensoriales secundarios bilateralmente a partir de L5-S4. El examen radiológico mostró formación masiva de callos alrededor del sitio de la fractura en el extremo superior del sacro, con un marcado estrechamiento del canal central a nivel S2. Once tenían función urinaria patológica, cinco reportaron disfunción intestinal y 10 reportaron limitaciones en la función sexual, siete de los cuales se quejaron de dolor durante el coito. Todos los pacientes, excepto uno, relataron dolor en el seguimiento, y la mayoría tuvo dolor lumbosacro combinado con dolor radicular. Todas las fracturas sacras se curaron con angulación cifótica a lo largo de la fractura. En cuatro casos, hubo un aumento de la cifosis en comparación con las radiografías iniciales. Los pacientes con TLSD tuvieron puntuaciones SF-36 significativamente más bajas que la población normal. Conclusión En este estudio de seguimiento a largo plazo, encontramos que los pacientes con fracturas sacras desplazadas tenían morbilidad y discapacidades considerables. Encontramos altas tasas de déficits neurológicos, sin cambios significativos a lo largo del tiempo, lo que sugiere que los déficits neurológicos en el momento de la presentación inicial pueden ser permanentes si todavía están presentes un año después de la lesión. Los problemas con las funciones urogenitales fueron hallazgos comunes; la disfunción urinaria mostró un deterioro significativo con el tiempo y se reportaron altas tasas de disfunciones sexuales. Además, la salud reportada por el paciente fue significativamente inferior a las normas, sin cambios en el tiempo y con una correlación significativa con el dolor. Estos resultados implican que se necesita un enfoque especial en estos hallazgos durante el período de rehabilitación, con un período de seguimiento más largo y un enfoque multidisciplinario en todas las especialidades. Los hallazgos radiográficos patológicos fueron comunes, incluido el desplazamiento residual en el anillo pélvico posterior que no se correlacionó con el dolor lumbosacro.