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Técnicas de Terapia de Juego No Directiva / TheraNest

La terapia de juego no directiva es un método de asesoramiento que permite a los niños comunicar sus pensamientos y sentimientos mediante el uso de juguetes y juegos. Se basa en la idea de que el juego es la forma en que los niños pequeños de entre tres y doce años procesan y expresan lo que tal vez no puedan expresar con palabras. Esta técnica de terapia ha demostrado ser eficaz con niños que tienen una variedad de problemas de salud mental.

En las sesiones de terapia de juego no directiva, puede parecer que el niño simplemente está jugando y nada más, sin embargo, este método puede ser una manera poderosa de ayudar a los niños con el cuidado y el apoyo de un terapeuta. El niño dirige el proceso y el terapeuta entra en el mundo emocional del niño para obtener información sobre el lenguaje de juego del niño. Esto es lo que necesita saber sobre la terapia de juego no directiva y cómo se usa para ayudar a los niños.

Qué ayuda la Terapia de Juego No Directiva Con

La terapia de juego no directiva se puede usar para una amplia gama de preocupaciones mentales, físicas o emocionales. Se ha encontrado que es eficaz con:

  • Trauma
  • Grief and loss
  • Anxiety
  • Social and/or family issues
  • Academic issues
  • Adjustment disorder
  • Selective mutism
  • Depression
  • Reading difficulties
  • Aggression/acting out behaviors
  • Attachment difficulties
  • Autism

Sin embargo, esta lista está lejos de ser exhaustiva, y es posible que este tipo de terapia también sea útil para niños con otros problemas.

Los niños a menudo comunican angustia emocional a través de su comportamiento. La terapia de juego no directiva ayuda a dar a los niños un vocabulario de sentimientos y los ayuda a sentirse comprendidos y validados. A través de la conexión con el terapeuta y el sentimiento de seguridad y validación que reciben, los niños comienzan a ganar confianza y medios apropiados para expresar sentimientos.

Estructura de la sesión de Terapia de juego no directiva

Dado que el niño dirige el juego no directivo, no es necesario que las sesiones sigan una estructura en particular. Sin embargo, tienden a seguir estas etapas:

Evaluación inicial: el terapeuta generalmente comenzará recopilando información sobre el niño y los problemas que conducen a la terapia. Esta evaluación a menudo incluye conversaciones con los padres o la familia y también puede incluir informes escolares.

Construcción de relaciones-Cuando el terapeuta se encuentra con el niño, el enfoque se centra en generar confianza y ayudar al niño a ver al terapeuta como una figura de apoyo. Las sesiones tempranas tienen como objetivo mostrar al niño que las sesiones son un espacio seguro.

Exploración gratuita: El niño es libre de jugar de la manera que desee durante todas las sesiones. Muchas veces, el terapeuta jugará junto con el niño, siguiendo su ejemplo.

Observación-Durante varias sesiones con el niño, el terapeuta comenzará a notar patrones en el juego del niño. Esto puede incluir entornos de juego, como que el niño siempre quiera jugar a la casa o a la escuela, o cómo interactúa (o no) con los juguetes.

Discusión: El terapeuta se basa en las observaciones para hacer preguntas suaves al niño para alentar la discusión sobre lo que sucede durante el juego. Esto ayuda al niño a comprender mejor sus elecciones y a procesar las emociones.

Al igual que con otras terapias, es posible que desee traer a los padres en algún momento y relacionar sus observaciones y conversaciones con lo que está sucediendo en casa. También es bueno discutir estrategias para ayudar a apoyar el progreso del niño. También se puede invitar a otros miembros de la familia a participar en algunas sesiones.

Técnicas de Terapia de Juego No Directivas

Aunque las sesiones de juego no directivas están diseñadas para ser de forma libre y seguir el ejemplo del niño, hay algunas técnicas que puede usar con niños para la terapia de juego no directiva. Algunas actividades comunes incluyen:

Fantasía: los niños pueden participar en escenas de recreación de su vida o juegos imaginarios con o sin el terapeuta.

Jugar con muñecas y animales de peluche: Jugar con muñecas u otros juguetes puede ayudar a los niños a reflejar sus pensamientos y sentimientos a través de las historias que representan.

Juegos-Actividades más estructuradas como juegos pueden proporcionar información valiosa sobre las habilidades del niño para interactuar con otros y pueden brindar oportunidades para practicar siguiendo reglas y normas sociales.

Pintar, dibujar o esculpir: El proceso de crear arte tiene la capacidad de ayudar a los niños a procesar emociones difíciles.

Usando juguetes sensoriales: los niños pueden aprender técnicas para relajarse y una sensación de dominio de su entorno cuando juegan con sustancias como la arena o el agua.

Aunque el niño dirige las sesiones, el papel del terapeuta durante las sesiones es muy importante. Hará preguntas con delicadeza durante la sesión para comprender mejor las perspectivas y los sentimientos del niño. También puede modelar el comportamiento para demostrar ejemplos positivos y establecer límites. Y cuando un niño no tiene las habilidades lingüísticas para expresar sus sentimientos, también puede ayudar observando y discutiendo suavemente las actividades de juego con el niño.

La terapia de juego no directiva es un método ampliamente investigado, eficaz y apropiado para el desarrollo para aconsejar a los niños pequeños. Al proporcionar un espacio seguro y sin prejuicios para que el niño se exprese en su propio idioma, el juego no directivo sirve como una herramienta valiosa para los terapeutas.

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