Mi Vida Ha Sido Bendecida Por Usted
estoy muy agradecido con ustedes. Por la forma tonta en que arrugas la nariz, por cómo me desafías a ser una mejor persona. Estoy increíblemente bendecida.
Desde que entraste en mi vida, me enseñaste lo que significa bajar la velocidad, apreciar los pequeños momentos, encontrar continuamente una razón para reír.
Su disposición a escuchar me mostró que es bueno abrirse; tu gentil espíritu me mostró que está bien estar roto a veces, porque todos somos un poco imperfectos.Fuiste tú quien me enseñó a ser yo mismo. Sonreír cuando tengo miedo, defender lo que creo, cuestionar cualquier cosa que me haga sentir curioso.
Aprendí, a través de ti, lo que significa amar a alguien como a la familia, y estar realmente allí, no solo para las cosas difíciles.
Usted fue en quien aprendí a confiar para todo, desde mis consultas más pequeñas hasta mis preguntas más grandes. Eras mi caja de resonancia cuando necesitaba consejo, mis brazos para apoyarme, mi corazón para confiar.
Siempre supiste lo que necesitaba escuchar y lo dijiste, y lo dijiste honestamente. Eras el racional para mi locura, el tonto para mi seriedad. Un equilibrio perfecto.
Gracias por ser simplemente tú.
Gracias por las largas noches en el teléfono o por comer bocadillos nocturnos en la mesa de la cocina. Gracias por los textos alentadores, por los «buenos días», por los «te amo», tanto cuando más los necesitaba, como pequeños recordatorios.
Gracias por su perspectiva positiva de la vida, sus consejos de múltiples perspectivas y su actitud sin prejuicios.
Gracias por llenar mi vida con buenos pensamientos, con una sólida amistad y un amor maravilloso que nunca pude encontrar con nadie más.
Cuando cierro los ojos y pienso en cómo han pasado los últimos años, no puedo envolver mi cabeza en una vida sin ti en ella.
Contigo, he sido increíblemente bendecida.
Así que gracias. Gracias por ser todo lo que ni siquiera sabía que necesitaba, y más. Gracias por simplemente estar en este planeta. Y por ser mía.
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