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La Psicología del reflejo

Psicología cotidiana / Publicado por Alannagh Kelly | 31 de octubre de 2017 / / Etiquetas: reflejo, psicología

¡La imitación es la forma más sincera de adulación o eso dice el viejo refrán! Sin embargo, ya sea que crea que es complementario o molesto que alguien se vista, se pare o hable igual que usted, hay una razón detrás de ello. Científicamente, se llama sincronía límbica. Desde una perspectiva evolutiva, estar en sincronía con los miembros de su grupo era vital para la supervivencia. La imitación está presente incluso antes de nacer; los latidos cardíacos de los bebés toman el mismo ritmo que sus madres.

El reflejo es algo que hacemos con personas que nos gustan o que nos interesan: copiamos su lenguaje corporal, habla, expresión facial y más. Reflejar el lenguaje corporal es una forma no verbal de mostrar empatía. Indica que estamos conectados con esa persona de alguna manera. Un conjunto de células nerviosas específicas en el cerebro, llamadas neuronas espejo, son las responsables de la duplicación. Una situación común ocurre cuando una persona se ríe. Los científicos han descubierto que el cerebro responde al sonido de la risa y prepara los músculos de la cara para reír también. Otros ejemplos de comportamientos imitadores incluyen cruzar las piernas después de que alguien con quien estás sentado lo hace, o bostezar después de ver a otra persona bostezar. Es una herramienta poderosa que utilizamos automáticamente sin siquiera ser conscientes de ello.

El reflejo como signo de confianza

Cuando sales con la familia o un grupo de amigos en un restaurante, es común que cada persona pregunte qué está pidiendo la otra. Lo preguntan antes de que la persona ordene mientras tratan de reflejar sus comidas. Otra cosa común que puede observar son las parejas que caminan al paso. En estos casos, imitar a alguien es un signo de comodidad y confianza y muestra que las personas están sincronizadas.

El objetivo de la duplicación es que es una forma de comprender mejor a los demás y conectarse con ellos. Ser capaz de reflejar a alguien es lo mismo que ser capaz de escuchar a alguien. La próxima vez que estés en un lugar donde haya mucha interacción humana, observa el número de personas que imitan los gestos y la postura de la persona con la que están hablando. Te asombrarás!