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El efecto placebo: Increíble y real

El efecto placebo es algo misterioso. Hace mucho que me fascina la idea de que algo tan inerte e inofensivo como una píldora de azúcar podría aliviar el dolor de una persona o acelerar su recuperación con solo esperar que lo haga.

Los estudios usan placebos, un tratamiento inactivo, como una píldora de azúcar, en un intento de comprender el verdadero impacto del medicamento activo. Comparar lo que sucede con un grupo de pacientes que toman el medicamento activo con los resultados de aquellos que toman un placebo puede ayudar a los investigadores a comprender cuán bueno es el medicamento activo.

La palabra «placebo «viene del latín y significa» complaceré.»Y» por favor » lo hace. En estudio tras estudio, muchas personas que toman un placebo muestran mejoría en sus síntomas o afección.

El efecto placebo es real

Las investigaciones recientes sobre el efecto placebo solo confirman lo poderoso que puede ser, y que los beneficios de un tratamiento con placebo no están solo «en tu cabeza».»Se pueden observar cambios fisiológicos mensurables en aquellos que toman un placebo, similares a los observados entre las personas que toman medicamentos efectivos. En particular, se ha demostrado que la presión arterial, la frecuencia cardíaca y varios resultados de análisis de sangre cambian entre los subconjuntos de sujetos de investigación que respondieron a un placebo.

Por supuesto, no todas las personas tienen una respuesta terapéutica a un placebo. Si ese fuera el caso, no necesitaríamos medicamentos en absoluto. En cambio, podríamos simplemente ejercer el poder de la sugestión. Comprender por qué ciertas personas mejoran con el tratamiento con placebo y otras no es el «santo grial» de la investigación con placebo.

Nocebo: Gemelo malvado del Placebo

El poder de la sugestión es una espada de doble filo. Si espera que un tratamiento le ayude, es más probable que lo haga. Y si espera que un tratamiento sea dañino, es más probable que experimente efectos negativos. Ese fenómeno se llama el » efecto nocebo «(del latín»dañaré»). Por ejemplo, si le dice a una persona que un dolor de cabeza es un efecto secundario común de un medicamento en particular, esa persona es más propensa a reportar dolores de cabeza incluso si en realidad está tomando un placebo. El poder de la expectativa es formidable y probablemente juega un papel importante en los beneficios y los efectos secundarios de los medicamentos recetados comúnmente.

¿Está aumentando el poder del efecto placebo?

Un estudio fascinante examinó el impacto del efecto placebo en 84 ensayos de tratamientos para el dolor nervioso que se llevaron a cabo durante los 23 años anteriores. Los investigadores encontraron que el efecto placebo se ha vuelto notablemente más fuerte, pero esta observación solo se observó en estudios estadounidenses. ¿Por qué? Una teoría es que la avalancha de publicidad de medicamentos directa al consumidor en los Estados Unidos (que no está permitida en la mayoría de los demás países) aumenta las expectativas de los pacientes de que un medicamento los ayudará. Las expectativas más fuertes y más altas de la efectividad de un medicamento pueden traducirse en un mayor efecto placebo.

Otra teoría vincula la creciente efectividad de los placebos con los propios ensayos de investigación: cuanto más grande, caro y elaborado sea el ensayo, mayores serán las expectativas de los participantes del estudio. Los ensayos de este tipo tienden a ser más comunes en los Estados Unidos que en otros lugares.

Cualquiera que sea la razón, hay un inconveniente en esta tendencia. Un poderoso efecto placebo hace que sea más difícil para los investigadores probar que un nuevo medicamento es efectivo. Cuanto más fuerte sea el efecto placebo, más difícil será demostrar una diferencia significativa entre un placebo y un fármaco activo, incluso si el fármaco activo es bastante bueno. Como resultado, algunos medicamentos eficaces podrían «fallar» en los ensayos clínicos. Y eso podría llevar a los investigadores a trasladar sus estudios fuera de los EE.UU.

¿Qué sigue?

La investigación sobre los pros y los contras del efecto placebo ha cambiado la cantidad de personas que piensan sobre este fenómeno. Solíamos pensar que el efecto placebo se limitaba a personas sugestionables sin enfermedad «real»; ahora sabemos mejor. Pero hay muchas cosas que siguen siendo misteriosas. No sabemos cómo predecir quién responderá bien a un placebo o cómo aprovechar de manera confiable su poder. Y es importante tener en cuenta que, a pesar de que «sentirse mejor» es importante, no siempre trae consigo beneficios genuinos para la salud. Por ejemplo, algunos sujetos del estudio que tomaron un placebo para el asma informaron una mejoría en sus síntomas, pero sus medidas de la función pulmonar en realidad no fueron mejores.

Aún así, puede llegar el día en que el efecto placebo se comprenda mejor y, en las circunstancias adecuadas, se use de manera efectiva en la práctica clínica. Dado que muchas personas no mejoran con medicamentos estándar o tienen efectos secundarios molestos, ese día no puede llegar lo suficientemente pronto.