Respuesta de Lucha o Huida
Descripción
Respuestas fisiológicas
La reacción de lucha o huida está asociada con la activación del sistema nervioso simpático. La reacción en cadena provocada por la respuesta de lucha o huida puede dar lugar a los siguientes efectos físicos:
Sistema corporal | Efecto fisiológico | Consecuencia |
Corazón | Aumento de la frecuencia cardíaca Dilatación de los vasos sanguíneos coronarios |
Aumento del flujo sanguíneo Aumento de la disponibilidad de oxígeno y energía para el corazón |
Circulación | Dilatación de los vasos sanguíneos que sirven a los músculos Constricción de los vasos sanguíneos que sirven a la digestión |
Aumento de la disponibilidad de oxígeno para los músculos esqueléticos Derivación de sangre para los músculos esqueléticos y el cerebro |
Pulmones | Dilatación de los bronquios Aumento de la tasa de respiración |
Aumento de la disponibilidad de oxígeno en la sangre |
Hígado | Aumento de la conversión de glucógeno en glucosa | Aumento de la disponibilidad de glucosa en el músculo esquelético y las células cerebrales |
Piel | La piel se vuelve pálida o enrojecida a medida que se reduce el flujo sanguíneo | Aumenta el flujo sanguíneo a los músculos y lejos de las partes no esenciales del cuerpo, como la periferia |
Ojos | La dilatación de las pupilas | Permite más luz para mejorar la agudeza visual para escanear el entorno cercano |
Respuestas psicológicas
Además de las reacciones fisiológicas, también hay un componente psicológico para la respuesta de lucha o huida. Las reacciones automáticas incluyen una aceleración del pensamiento y un enfoque atencional en objetivos destacados, como la fuente de la amenaza y las posibles vías de escape. Las respuestas psicológicas secundarias pueden incluir evaluaciones sobre el significado de las reacciones corporales. Por ejemplo, los pacientes con trastorno de pánico a menudo malinterpretan las respuestas de lucha o huida como signos de una catástrofe inminente («Estoy teniendo un ataque cardíaco», «Si esto continúa, me volveré loco»).
Historia de la respuesta de lucha o huida
La respuesta de lucha o huida fue descrita originalmente por el fisiólogo estadounidense Walter Bradford Cannon en el libro Cambios corporales en el dolor, el hambre, el miedo y la rabia (1915). Señaló que cuando los animales se veían amenazados, por ejemplo, por la exposición a un depredador, sus cuerpos liberaban la hormona adrenalina / epinefrina, lo que llevaría a una serie de cambios corporales, incluido el aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración. Las consecuencias de estos cambios son aumentos en el flujo de oxígeno y energía a los músculos. La interpretación de Canon de estos datos fue que había funciones de emergencia de estos cambios. Señaló que ocurrían automáticamente y servían para ayudar al animal a sobrevivir a situaciones amenazantes al preparar el cuerpo para pelear o correr.
Una comprensión más moderna de la respuesta de lucha o huida se refleja en el trabajo de Schauer & Elbert (2010). Su modelo más elaborado de respuestas fisiológicas / psicológicas / conductuales a la amenaza se denomina «cascada de defensa». Describen una serie de etapas por las que pueden pasar las personas expuestas a amenazas o traumas, que incluyen: congelación, vuelo, lucha, miedo, bandera y desmayo.
Por qué es importante la respuesta de lucha o huida
Las respuestas fisiológicas asociadas con la lucha o huida pueden desempeñar un papel crítico en la supervivencia de situaciones verdaderamente amenazantes. Sin embargo, muchos pacientes que sufren de trastornos de ansiedad u otras afecciones pueden tener sistemas de amenaza que se han vuelto demasiado activos, o que no están suficientemente contrarrestados por la actividad en el sistema nervioso parasimpático.
Prácticamente, muchos pacientes que sufren de ansiedad se beneficiarán de una comprensión más profunda de la respuesta de lucha o huida. Por ejemplo, los pacientes con ataques de pánico o trastorno de pánico a menudo malinterpretan los signos corporales asociados con la lucha o la huida como signos de catástrofe inminente y comprender la respuesta de lucha o huida es, por lo tanto, una técnica útil de «descatastrofización». De manera similar, los pacientes con trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden confundir el aumento de la excitación fisiológica como un indicador de que hay una amenaza real presente: comprender más sobre la respuesta de lucha o huida puede ayudarlos a sentirse más seguros e implementar estrategias de relajación y conexión a tierra.
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